Hdad. Sacramental de Ntra. Sra. de la Estrella, Patrona de Coria del Río (Sevilla)

LA VIRGEN DE LA ESTRELLA, PATRONA
La Virgen de la Estrella, PATRONA, Su patronazgo data del siglo XVI

Por Daniel Pineda Novo

Una de las más hermosas advocaciones marianas con que cuenta nuestra Iglesia Católica es la de la Estrella, que como bien indica, es la Estrella Matutina, la dirección que nos marca a los cristianos el camino para alcanzar el cielo.

La Patrona de Coria del Río es, y ha sido, Nuestra Señora de la Estrella, como probaremos documentalmente, a continuación.

Durante el siglo XIII, en mi libro «Historia de la Villa de Coria del Río», La Patrona de nuestra villa era conocida con el curioso nombre, de claro sentido medieval, Santa María de Korak o de Coira, se lea en árabe o en gallego.

El año 1283, durante la invasión árabe que sufrió Coria por el monarca musulman Aben-Yusuf, acaeció un curioso milagro que, Alfonso X el sabio, recogió en la Cántiga CCCXXIII de su famoso libro «Los milagros de Nuestra Señora».

Cuenta el Sabio Rey que, durante esta invasión árabe vivía en Coria un hombre honrado que tenía un hijo pequeño, a quien amaba «como a la viva que vivía».

Fue tocado este niño por unas calenturas y murió al tercer día. Cuando el desconsolado padre se disponía a enterrarlo, entraron los musulmanes en Korah, arrasando a la población, tuvo el padre que huir con los demás habitantes del pueblo, dejando encomendado a Santa María a su hijo y a sus bienes. Cuando el padre volvió a su casa la halló intacta y vivo a su hijo. Este le dijo que durante su ausencia había venido una Señora a acompañarle y a guardar la casa, y que los musulmanes la habían respetado. Esta señora era la Virgen Nuestra Señora de la Estrella; así termina el poema Alfonsí, escrito en gallego-portugués:

Loorespor ende deron

Á á virgen groriosa

É á quantos llo diseron

É gran festa lle fereron…



Siendo Coria, en esta época, como hoy, un pueblo típicamente de pescadores, este gremio tomó como Patrona y Abogada a nuestra divina Patrona, venerándola bajo el precioso título de la Estrella, amparándose en la advocación latina y Mariana Stella Maris, Estrella del Mar, para que los guiase en sus faenas pesqueras.

Así el gremio de los pescadores de nuestro pueblo, en una curiosa carta, fechada en 1561, que se conserva en el archivos de protocolos, pedían al prudente Felipe II que admitiese la fundación de «la Hermandad de Nuestra Señora de la Estrella, en la parroquial de la Villa de Coria, como Patrona y Abogada de todas las necesidades del mar y la tierra».

En los libros de visitas, que se encuentran en el Archivo del Palacio Arzobispal de Sevilla, y en donde se halla historia religiosa de la Archidiócesis hispalense, encontramos una curiosa nota escrita por el visitador apostólico en 1960, que dice: «Ejecutamos visita sacramental de la Iglesia Parroquial que es dedicada y tiene, desde siempre, la advocación de Nuestra Señora de la Estrella».

Ese "desde siempre" indica ya la antigüedad de la Hermandad, que como ya he dicho, quedo constituida en 1561.

Durante el siglo XVIII, la Hermandad de la Estrella goza su máximo auge y esplendor, siendo su administrador el insigne doctor don Francisco Muñoz Enamorado, que estableció canónicamente la Hermandad en la parroquia y levantó a la titular un hermoso retablo, con una original portada y un recargado camarín de estilo barroco.

La Hermandad poseía numerosos bienes, entre otros, diferentes reses vacunas que se vendían anualmente; 37 reales que se distribuían en la «Fiesta de Nuestra Señora», en los gastos de cera y en adornos de la imagen y el altar.

El 7 de mayo de 1717, era mayordomo el doctor don Francisco Muñoz Enamorado, y poseía la Hermandad, en bienes propios, 42 reses vacunas «grandes y pequeñas, machos y hembras, el producto de cuya venta se empleaba en el culto de la virgen».

En 1730, la Hermandad mandó hacer una joya de orfebrería: una preciosa lámpara de plata, que aun hoy día podemos admirar en el altar mayor de nuestra parroquia; esta lámpara servía para alumbrar al Santísimo Sacramento, que entonces se hallaba en este altar, en precioso sagrario, destruido en el saqueo del año 1931.

La artística lámpara, decorada con motivos vegetales y cartelas, ostenta la siguiente inscripción: «la hizo la Hermandad de Nuestra Señora de la estrella de la Vila de Coria. Año MDCCXXX. Punzones. Placido. Enamr. Diámetro 0,55».

También en un libro de visitas del año 1790, al hablar el visitador de las Hermandades de nuestro pueblo, escribe: «La de Nuestra Señora de la Estrella, sita en la parroquial de esta villa, administró don Francisco Muñoz Enamorado, tiene de renta al año, en el de reses vacunas y algunas limosnas, cerca de 600 reales, cuya distribución algunas limosnas, cerca de 600 reales, cuya distribución en alhajas para la imagen, cera y otros gastos que ha alcanzado el mayordomo en 1800 reales, procediendo dicho alcance de no haberse abonado el costo de un vestido que ha hecho a Nuestra Señora, por no estar acabado».

De gran importancia gozo la ganadería brava de esta Hermandad que, en 1746, se lidiaron en la Real Maestranza de Sevilla, varios toros de su camada, así lo refleja el cronista de la época: «1746. Fiesta de Toros en los días 21 y 23 de mayo, 6 y 7 de Junio. Lidiáronse 80 Toros de los señores Marqués de la Cueva del Rey(…), de Nuestra Señora de la Estrella, de Coria; del Copero y de varios vecinos de la dicha Villa».

La primitiva imagen de la Virgen debió ser de estilo gótico, a la que sucediera, por deterioro del tiempo, la imagen de candelero, del siglo XVII, que fue destrozada en la Guerra Civil, y que de la que tenemos noticias, gracias al interesante grabado que, a principios del siglo XIX, hizo Carlos Santiagosa, impresor de los Duques de Montpensier....

En 1937, el famoso escultor e imaginero sevillano, Antonio Castillo Lastrucci, hizo una nueva imagen, también de candelero, imagen que con el tiempo, fue restaurada por el escultor Francisco Buiza Fernández, siendo esta a la que actualmente damos culto.

Durante el siglo XIX, los prelados sevillanos concedieron a la Hermandad indulgencias y prerrogativas; y es sabido, que el santo Cardenal Spinola predicó el año 1900, unos solemnísimos cultos que la Hermandad tributó a su titular.

Nuevo auge alcanza la Hermandad en tiempos de don Anastasio Martín. El día de la Virgen era conocido entre los corianos, como se hace hoy, porque a la medianoche del día 7, víspera de su festividad litúrgica, las campanas de nuestra torre mayor se alzaban al vuelo con un repique general, que llena de júbilo y alegría a toda la población.
 

Publicado en el boletín de Septiembre de 2003, "Coria y su Patrona, págs. 12, 13 y 14.



 
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